El trueque, tan antiguo como la propia humanidad, ha resucitado en plena crisis económica a través de páginas web que permiten el intercambio de objetos, tiempo e incluso casas entre internautas de distintas zonas geográficas. Una bicicleta, un portátil, un reloj, una hora de idiomas o de cocina española ..., todos son intercambios posibles gracias a varios portales de internet surgidos en el último año.
Es una forma de reutilizar y también de ocio, aunque lo mejor de éstos intercambios es el ahorro de dinero. Las distintas webs que se dedican a ello permiten acceder a las ofertas publicadas por los usuarios y pujar por el objeto deseado proponiendo un material propio como contrapartida. Al mismo tiempo que se cierra el trato, los objetos cambian virtualmente de dueño y cualquiera puede, desde su ordenador, recorrer el itinerario del intercambio gracias a una herramienta de geolocalización.
Según su promotor de Truequi.com antes de la crisis había una media de 50 visitas al día, mientras que ahora se alcanzan picos de700 o 1.000 accesos diarios. En otros portales como Kroonos.com, el objeto del intercambio es el tiempo, y es que pues según uno de sus creadores, se necesitan lugares en los que las personas intercambien sus conocimientos y habilidades y en los que la moneda de cambio sean minutos y horas. Entre los más de 4.000 usuarios de la plataforma, unos se ofrecen para pasear al perro o cuidarlo si el dueño se va de vacaciones, otros para traducir a varios idiomas o para impartir clases de retoque fotográfico, edición de vídeo o guitarra flamenca. Y es que corren nuevos tiempos, tiempos más difíciles, en que cualquier ayuda es poca.